Como sabemos, la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma. ¿Esto que quiere decir? Que la energía puede pasar de un estado positivo a uno negativo mediante un proceso.
El cuerpo está compuesto de 7 puntos energéticos primordiales.
5 de estos puntos, reciben y proyectan energía. De diferente vibración e intención.
Los 2 restantes son nuestra conexión con la tierra y con la energía universal.
Estos puntos reciben el nombre de chakras.
El fin de trabajar con estos puntos es mantener un equilibrio.
¿Por qué es importante esto?
Por algo que es excesivamente importante tener en cuenta. Todo padecimiento físico, primero tuvo que ser energético.
Cuando la energía es desequilibrada, nos produce una enfermedad.
El cuerpo nos muestra lo que no estamos canalizando de la manera correcta.
La mente es el instrumento más usado en la transformación de la energía que manejamos. Y el proceso más popular para llevarla a cabo es el de desequilibrio.
Así es, hasta este punto ya habrán entendido que salud es igual a equilibrio.
Hay muchos caminos y estrategias para trabajar en el crecimiento personal. Es cuestión de escoger el que más se le acomode.
Verán que en cuanto comiencen a trabajar con sus bloqueos, miedos, adicciones, etc. Su salud mejorará en una manera óptima.
Un ejemplo. Supe de un caso de un joven que desarrolló artritis deformante.
Muchos se preguntarán, ¿cómo es que le dio a una edad tan temprana?
Bien, resulta que este hombre era una persona que no aceptaba un no como respuesta a sus puntos de vista; que siempre quería imponer sus decisiones sobre los demás; que no se permitía equivocarse; que era intolerante ante los errores de los demás; etc.
Ahora queda más claro que su artritis deformante provino de su rigidez interior.
Así bien. Nosotros somos lo que creemos de nosotros. Si no queremos nuestro cuerpo, o le mandamos mensajes negativos, consciente o inconscientemente (no hay excusa); nuestro cuerpo reaccionará a ellos y generará enfermedades físicas.
Respecto al estrés la solución es muy sencilla.
El no involucrarse, el no hacer nuestro todo lo que sucede alrededor es la mejor respuesta para esto.
Las enfermedades sexuales, por ejemplo, provienen de la “enfermedad” más concurrida en estos tiempos: el desapego a uno mismo.
Tres ejercicios sencillos, para empezar a estar en contacto con nosotros mismos y escuchar lo que realmente necesita nuestro cuerpo, son los siguientes:
UNO:
Respirar 5 minutos diarios en silencio casi total. Debemos poner nuestra mente absolutamente concentrada en la respiración. Sentir cómo entra a nuestro estómago y cómo sale.
La primera resistencia nos la pone la mente. La frase “hay pendientes” intentará desconcentrarnos. Simplemente hay que dejarla ir y seguirse concentrando en la respiración.
Cuando nos pasamos al pendiente de la respiración estamos en una conexión extraordinaria con la energía universal y al hacerlo aprendemos a escuchar cosas fantásticas.
DOS:
Tomar una crema que nos guste mucho y de 5 a 7 minutos nos daremos masaje en las manos. Nos daremos las gracias por quiénes somos. Así estaremos teniendo contacto con nosotros.
TRES:
Durante 5 minutos debemos visualizar nuestra silueta con una luz blanca o plateada, recorriendo el canal de los chakras. En ningún momento debemos pensar en otra cosa. Al principio será difícil, pero conforme vayámonos acostumbrando será cada vez más sencillo.
Con este ejercicio nuestro interior nos llevará y pondrá las cosas que necesitamos.
Rogelio.
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