Recordando a los difuntos

En estos días casi en todo el mundo se llevan a cabo tradiciones y rituales para recordar a nuestros muertos, aquellos que se fueron antes, según la religión o creencias personales se encontrara su alma o energía en diferentes lugares, para renacer o esperando nuestra llegada, pero ¿Que hay de aquellos que no quedamos como los recordamos?, en México la gente está acostumbrada a vivir con la muerte nos reímos de ella le componemos versos y celebramos a nuestros muertos cada año, poniendo su lugar en la mesa la noche que nos acompañan, ponemos ofrendas para cuando lleguen de su viaje coman aquello que en vida disfrutaban, prendemos velas para guiarlos y caminos de cempasúchil para mostrarles el camino. Así es la forma en que los mexicanos celebramos la muerte.

Viviendo nuestros duelos

Y no hablo solamente de cuando muere alguien cercano a nosotros y lo perdemos de la forma más clara, sino también de los procesos que suceden dentro de nosotros y no afrontamos por miedo al dolor, ya que después de todo, el duelo viene acompaño de dolor nos guste o no.

Cuando perdemos a un ser amado, la mayoría de la gente guarda duelo unos días, la mayoría llora por la persona perdida, recuerda los momento que vivieron buenos y malos, visita su tumba de vez en cuando y como transcurre el tiempo deja de hacerlo cuando siente superada su perdida, esa en la forma en que la mayor parte de la gente sufre el duelo. Pero hay otros que cuando un ser querido muere, se bloquean al dolor y tratan de seguir su vida como si nada hubiera pasado, gran error pues en algún momento el dolor nos invade muchas veces acompañado por sentimientos de culpa.