
En Dionisio predomina el arquetipo del soñador, de la sensualidad y del éxtasis sexual y místico. Es el prototipo de personalidad intensa y emotiva, que sabe disfrutar de la vida conectando su cuerpo con su espíritu. El baile, la música, el vino y el sexo son caminos para entrar en trance. Esta deidad representa al eterno adolescente, lo que se traduce en hombres lúdicos, pero también irresponsables.