Cuencos Tibetanos

Los cuencos tibetanos son especialmente utilizados en el feng shui. La cual es una creencia china que se basa en pensar que el chi (el aliento o flujo vital de energía) de cada persona se ve afectado por cómo está acomodado el entorno, es decir, de qué manera se organizan los objetos con los que uno vive día a día.

Los cuencos se usan para armonizar el ambiente.

Los cuencos más comúnes son los de metal con un mazo de madera.

Esto me llamó la atención ya que en la cultura china existen 5 elementos. Dos de ellos son la madera y el metal.

Investigando un poco me encontré con unas correspondencias de estos elementos. Primordialmente son los opuestos. Es decir, primavera, otoño; este, oeste; vista, aroma.

Igualmente dos de los principales metales que van en el cuenco son el oro y la plata. Los cuáles en la creencia china representan al Sol y a la Luna respectivamente. Mismos que al fusionarse les proporcionan el ying y el yang.

Es interesante que sea con estos artículos que se producen estas vibraciones energéticas, pues uniéndolo con las correspondencias nos muestra que esta vibración es emitida en forma dual. Logrando así liberar de las energías que no se encuentran equilibradas en el ambiente.

Cuando se utilizan es preferible no usar anillos, ni pulseras, ni relojes. Nada que pueda distorsionar el magnetismo emitido. Ya que al momento de realizar el proceso entrarían muchas energìas vibratorias diferentes, haciendo a un lado el equilibro del sonido.

Los cuencos funcionan golpeando con el mazo el borde del cuenco, dándole vueltas.

Los sonidos suelen ser diferentes pueden producirse en distintas tonalidades. Dependiendo de la tonalidad se sabe qué tan desarmonizado está el lugar.

Cuando los sonidos no permanecen en un tono claro y constante; el lugar está fuera de equilibrio y se debe trabajar de una manera más constante con los cuencos para ir liberando esa negatividad poco a poco.

Los cuencos nos pueden ayudar tanto a armonizar un lugar como a nosotros mismos. Las meditaciones con cuencos también son muy comúnes.

El meditar con ellos nos crea un estado de paz y armonía, y hacen que nuestro cuerpo reaccione al sonido que emiten.

De esta manera nuestro cuerpo empieza a vibrar y a desprenderse de todo ese estrés que llevamos y de toda la negatividad que acumulamos duarante el día. Nos hace ser personas más relajadas, más tolerantes y sobre todo: más equilibradas.

Rogelio