La Respiración como Amor y Vida.


Si almacenas la respiración, morirás, pues se volverá estéril y muerta. Perderá esa vitalidad, la cualidad de la vida. El caso del amor es similar. Es una especie de respiración y se renueva en todo momento. Siempre que uno se atasca en el amor y deja de respirar, la vida pierde todo significado. Eso es lo que le está sucediendo a la gente: la mente es tan dominante que incluso influye al corazón, lo sabemos porque logra hacerlo posesivo, y podríamos hacer una comparación como si fuera taquicardia, que no te deja ni siquiera saborear ese respirar tan esencial.


El corazón no conoce el anhelo de poseer, pero la mente lo contamina y lo envenena.
Recuerda eso. Enamórate de la existencia y permite que tu amor sea como la respiración. Inhala, exhala, pero permite que sea amor lo que entra y sale.

Poco a poco, con cada respiración, tienes que crear la magia del amor y la vida. Esa será tu meditación: cuando exhales, solo siente que estás irradiando amor hacia la existencia; cuando inhales, la existencia estará irradiando amor hacia ti.

Pronto verás a que la calidad de tu respiración cambiará. Empezará a convertirse en algo totalmente diferente de lo que antes habías conocido. Por eso en la India lo llaman PRANA, vida, no solo respiración. No es solo oxígeno, hay algo más ahí, la misma esencia de la vida, lo divino. Si lo invitamos, entrará lentamente, con la respiración.

Permite que esta sea tu meditación, tu técnica. Siéntate en silencio respirando; respira amor y vida. Te regocijarás y comenzaras a sentir una especie de danza interior.

Pamela Palma

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