Mejorando las relaciones

Cambiar los modelos mentales no es fácil, la resistencia al cambio conductual es normal. Tenemos tantos aspectos positivos para hacer referencia a los seres que amamos, sin embargo, el vocabulario cotidiano esta saturado de palabras y frases, que indican el error y la falla del otro. Es tan fácil cambiar la orientación del vocabulario a lo positivo, al refuerzo de los puntos fuertes en el otro y no quedarse pegado en la repetición del error. 


Sólo faltaría mirarse y darse cuenta, cuando estas en una cola, en el tránsito congestionado de cualquier ciudad, ¿Qué te dices? Y ¿Qué le dices a los que están a tu alrededor? ¿Cuándo el niño (a) no sigue las instrucciones que le das? ¿Cómo lo orientas desde lo positivo para mejorar? ¿Cuándo haces un balance de tu relación de pareja? ¿Cuándo hablas de tu relación laboral? ¿Cuándo hablas con un amigo (a) donde centras la conversación? en ustedes o en los otros. 



Escucho a tantas personas hablar y criticar a su pareja, a señalar sus debilidades, cuando los interpelas: Háblame de tus momentos felices con esa pareja; tardan un rato, para traer esos momentos y es evidente el cambio en la corporalidad, aparece una sonrisa, aumenta la salivación, brillan los ojos, se relaja el cuerpo etc.



La cultura de calidad, dio un giro de 180 grados cuando comenzó a introducir el termino “Mejora”, es una forma de decir no me digas el error, dime como podemos solucionarlo, era fácil y sigue siendo fácil, traerlo al resto de las relaciones. 



Si destaco lo positivo, lo bueno, lo agradable, lo que me gusta del otro, el resto: lo que me molesta, lo que no me gusta etc. esta sujeto a “Mejora Continua” Que agradable escuchar a alguien que llega a casa después de una jornada laboral, cansado pero sonreído, feliz, porque sabe reconocer dentro de si, que le gusta y disfruta lo que hace, que es positivo en su vida tener un empleo, que le permite ser proveedor de necesidades básicas para su familia, más alegre tendría que estar, quien cubre otras necesidades las afectivas, el que llega a casa y comparte con una pareja que señala sus aciertos y se relaciona con hijos sanos, felices, que esperan compartir esa alegría que los caracteriza, por su inocencia, ingenuidad y por ser maestros de la felicidad. Piensa antes de señalar el error o la deficiencia, oferta la mejora. 


En las relaciones el error separa, los aciertos unen.

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