Estamos entrando en invierno y muchos de nosotros ya estamos haciendo planes para la temporada navideña: posadas, fiestas, reuniones, y junto a todos estos planes también pensamos donde celebraremos la navidad o el año nuevo y con quien lo haremos, y ahí comienza lo que me hace escribir este artículo.
En estas reuniones familiares y sociales, llegan algunas personas con las que hemos tenido problemas o malos entendidos, ocasionados por otras personas o por nosotros mismos... y ¿que pasa cuando, después de algún tiempo, nos encontramos a esa persona que nos hizo daño?
Las fechas decembrinas se prestan para perdonar a todos aquellos que nos lastimaron. Nuestra visión debe estar en empezar un nuevo año sin rencores, sin seguir arrastrando problemas o complejos, que lo único que hacen es limitar nuestro crecimiento y llenar nuestra vida de rencores y remordimientos.
Por nuestro propio bienestar, es mejor hablar con esa persona que nos lastimó, y liberar todo eso que nos daña, aprender a comunicarnos desde el amor, desde la compasión y perdonar a los demás, basados en sentimientos de amor sincero, perdonar desde lo más profundo de nosotros, teniendo en cuenta que así como lo perdonamos a ellos nos liberamos nosotros mismos, se trata de una decisión que no sólo hace bien a la persona que nos ofendió, sino mayormente a nosotros mismos.
Perdonemos a todos los que nos lastiman intencionalmente, y también a aquellos, que lo hacen muchas veces sin darse cuenta con sus acciones del día a día, dejemos de acumular energía negativa y trabajemos en nuestro crecimiento, aprendamos a valorar nuestro bienestar como personas, perdonándo a los demás, para poder perdonarnos a nosotros mismos.
Bendiciones
Jessica )o(
se puede...es dificil, pero si no lo fuera así, no habría luz y bienestar. atte: pam
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