¿Cuántas veces hemos oído esta frase? Cuando de trata de relaciones, lamentablemente parece que a menudo la pasión se desvanece con el paso de los años. Aunque pasamos más tiempo juntos y descubrimos más el uno del otro, podemos estancarnos en una rutina. El romance se desvanece. El entusiasmo se disipa.
¿Por qué cuando el misterio se desvanece, la motivación desaparece con él?
Podríamos enfocar cada día con la anticipación que sentíamos el día de nuestra boda, como si hiciéramos una conexión sagrada por primera vez.
La verdad es que hay una conexión espiritual que se puede hacer en cada momento, y nuestra conciencia de la verdad debe ser constante.
Nuestro desafío es continuar creciendo y retener esa sensación de interés y entusiasmo, aun después de veinte o treinta años de hacer lo mismo.
Cada día tenemos que encontrar la motivación, algo que podamos hacer distinto que ayer. Para mí, se trata de tener encima de la mesa por lo menos un proyecto que me inspire, y dejar que esa inspiración se filtre en todo lo que hago.
En un esfuerzo por buscar renovación e inspiración, a veces podemos hacer cambios físicos: trasladarme de casa, cambiar de trabajo, cambiar de escuela, etc., pero no siempre podemos mirar hacia fuera para despertarnos por dentro.
Nadie dijo que la vida es fácil, pero el trabajo que llevamos a cabo nos lleva por un camino mejor si nos comprometemos a hacer el esfuerzo de una forma constante. (Pongo el énfasis en el compromiso). Cuando hacemos esto en nuestras relaciones, proyectos de trabajo, crecimiento personal, salud, etcétera, las subidas y bajadas son menores y más espaciadas.
Pero si vivimos la vida llevando las gafas de ayer, sin ver la maravilla del momento presente, entonces las bajadas de motivación tienden a ser más profundas, y nos cuestionamos más y más si lo que estamos haciendo realmente vale la pena.
Esta semana te pido que te pongas gafas nuevas y veas cómo estás acercando tu compromiso a este camino. Sé honesto. Ve si puedes transformar tu motivación y deseo haciendo una indagación diaria, viendo qué nuevos tesoros puedes encontrar. Invierte el tiempo necesario para hacer que las cosas sucedan de la mejor manera posible, sabiendo que la mejor manera puede ser diferente de la tuya. Este es el camino para sostener la pasión y el entusiasmo.
Cuanto más alegres nos sintamos de aceptar los pequeños obstáculos a lo largo del camino, mayores serán las probabilidades de que permanezcamos en él a largo plazo.
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